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La bebida más conocida para las celebraciones de año nuevo, aniversarios, bodas y las ostentosas premiaciones de Fórmula 1, pero, ¿qué conocemos realmente de esta bebida?

Empezaremos definiéndola como “un vino espumoso elaborado por método Champenoise o tradicional que genera una segunda fermentación en botella, de dónde obtiene su elegante burbuja”.

Su nombre viene de la región Champagne, al noreste de Francia.

Debemos saber, que el Champagne, se encuentra protegido por una Denominación de Origen que delimita el territorio en donde puede elaborarse esta deliciosa bebida. Es decir, que no podemos llamar Champagne a cualquier vino espumoso elaborado fuera de este territorio.

Con aproximadamente 33,500 ha cultivadas en esta región y 15,800 productores son tan solo 3 variedades conocidas para su elaboración (entre otras más autorizadas) las tintas: Pinot Noir, Pinot Meunier y la uva blanca Chardonnay.

El descubrimiento de este método de elaboración se le atribuye al monje Dom Perignon, nombre que recibe también una de las marcas más conocidos a nivel mundial.

En esta zona, a diferencia de otras de las grandes denominaciones de origen francesas, es mucho más importante quién hizo el vino en lugar del “terroir”, o el territorio en donde se ha cultivado la vid.

A lo largo de la avenida Champagne en la ciudad de Epernay, se pueden admirar las grandes bodegas de este afamado vino espumoso.

Debido a sus características, es un vino que acompaña muy bien comidas, su elegante burbuja y sus sabores peculiares a mantequilla, pan tostado, su excelente acidez y frescura hacen de él el perfecto acompañante.

Ahora sabemos, que las burbujas no son solamente para celebraciones, si no que podemos disfrutarlas en cualquier momento.